24 septiembre 2006

Nunca es Tarde para Volver a Empezar



Estaba en la biblioteca esperándolo como muchas veces solía hacerlo y él no llegaba. Afuera corría aquel típico viento que hace presagiar una lluvia.
Esta vez no tardó y muy pronto lo tendría al frente. Eran pareja no hace mucho, pero siempre era demasiado frío con ella, pues nuevamente ni siquiera la besó.
-Espero que sea algo importante, hoy es miércoles y tú sabes…-, pero ella lo interrumpió.
-Quería decirte que he tomado la decisión de que terminemos, lo nuestro no da para más.
El ni siquiera la miró, tomó su gorra y se dirigía hacia la puerta.
-Voy a volver con él - le dijo.
Cual varita mágica que lo haya tocado detuvo su fuga, lo vió apretar sus puños, giró lentamente y sus miradas por fin se encontraron.
-Para qué quieres volver con él si no te ama. Ya lo abandonaste una vez, no cometas ese error dos veces.
-El error fue haberte creído todas tus mentiras. No se como no me di cuenta que yo no te importaba, que sólo querías lastimarlo a él.
Lleno de furia la tomó fuertemente por el brazo,
-me lastimas le dijo ella
-le dirás que eres una puta, que te revolcabas todos los días conmigo.
-Eres un ser despreciable, me arrepiento tanto de haber estado contigo.
-Crees que te va recibir nuevamente.
-Estuve con él anoche en el parque, me cobijó entre sus brazos y mi corazón palpitó fuerte junto a su pecho, y volví a sentirme viva. Hoy me levanté, me miré en el espejo y después de mucho tiempo se dibujó una sonrisa en mi rostro. Ahora quiero que te retires y no quiero saber de ti nunca más.
La respuesta fue una mirada llena de odio y se retiró. Lo observó por la ventana y cuando su hermano cerró la reja se derrumbó sobre un sillón y comenzó a llorar. Quiso vivir una aventura, se alejó de ese amor que le proporcionaba cariño, comprensión, amistad y también seguridad. Anoche quería pedirle perdón, pero él no la dejó pronunciar ninguna palabra y solo la abrazó, la besó y la llevó de la mano bajo la lluvia.
Nunca me dejó de amar pensó, y nuevamente brotaron lágrimas, pero ahora eran diferentes, pues recuperaba el amor que nunca debió dejar.

13 septiembre 2006

No Necesito Nada Más


Salgo a caminar como tantas veces sin un rumbo definido, pensando en tí y tratando de entenderte.

No te ves feliz, tus ojos no tienen ese brillo tan hermoso, y tu dulce sonrisa está muy triste. Tu mirada no es la misma.

Estás sufriendo y no me dices nada, pero te conozco tanto que así lo siento y lo percibo.

No entiendo para que sigues con él, sino te acompaña, ni te comprende ni te ama.

Salgo a caminar en una noche amenazante, las nubes lo cubren todo, y no hago más que recordarte y recordar aquella noche en que te regalé una estrella.

De pronto te diviso, corres hacia mí, me acaricias, me abrazas, me besas, me dejo querer.

Tratas de pronunciar palabras, veo aparecer ese brillo en tus ojos, tu sonrisa refleja la alegría del encuentro, y tu mirada vuelve a ser dulce.

No necesito nada más, ni una palabra. Tu corazón sabe perfectamente que soy yo el que te ama.

Te beso largamente, te tomo de la mano y seguimos caminando sin importarnos lo que vendrá, sin importarnos la lluvia que empieza a caer.

Tratas de pronunciar palabras nuevamente, pero que necesidad tienes de aquello si siento tu corazón palpitando fuerte junto al mío.

Me miras y te ríes, te miro y te abrazo, nos besamos nuevamente.

Las palabras y las razones están de más.

05 septiembre 2006

Mentiras Verdaderas


No soy amigo de las mentiras, pero me hiciste un verdadero mentiroso, y hoy digo todo lo que tu quieras escuchar, en un acto de pura piedad.

Soy enemigo de las huídas, pero me convertiste en un verdadero fugitivo, y con tal de esquivar una pelea, invento el motivo para huir.

Soy el mismo de siempre y si me notas distinto, sólo tú podrás distinguirlo.

Soy un embustero y mentir se ha hecho parte de mi rutina, pero no me importa con tal que dibujes en tu rostro, una sonrisa.

Que mas dá otra mentira que te haga feliz, que una verdad que te haga llorar, no quiero ser yo el que te amargue tu vida.

Estas mentiras harán crecer mi nariz, pero a cambio de la libertad y de que te aferres a mi vida.

Nunca vas entender que si te miento es por la sencilla razón de que nunca vas a creer que en el lugar que esté, siempre estaré pensando en tí.

Yo no tengo culpa de creer que por este gran amor que sentimos dejamos de ser amigos.

Te fijaste en mi y no fue precisamente por ser un santo, y todo lo que te gustó de mí

hoy sólo te hace llorar.

No me desgasto mas por serte sincero, pues encontré que mentirte es una forma distinta de decirte todo lo que te quiero.

Cual fugitivo huyo de tus peores enojos, y miento y te vuelvo a mentir mirándote a tus lindos ojos.

Una mentira que te haga feliz,

mentiras verdaderas para que me creas que esté donde esté,

siempre estaré pensando en tí.