Te Sigo Amando

Confiado como un niño,

vacío de recelos y de orgullo,

el corazón abierto a la ternura,

he salido a tu encuentro en la mañana.

Pero tú, monte altivo,

me has mirado indiferente desde tu pedestal,

ignorando el temblor de mi mano tendida hacia ti.

Yo... ¡Yo debería odiarte!

Pero te sigo amando.

El corazón tiene muchas razones, que la razón no entiende.

Mi querida amiga Eddy me ha otorgado un premio el cual recibo con alegría y humildad. Más halagado me siento de saber que es ella quien me lo otorga, pues tiene un blog bellísimo y tambien un espíritu solidario. Gracias amiga.

Debo elegir a mis premiados, pero me daré su tiempo en hacerlo.

Cuando La Naturaleza Ruge

fotografía diario El Correo de Perú

Volvíamos de la ciudad de Viña del Mar y en plena carretera noto que el auto empieza como a moverse de un lado a otro, pensé en un neumático, pero mi padre alerta que es un temblor. Fijo la vista en la carretera y veo buses, camiones y automóviles peligrosamente zigzaguear. Nos detenemos, nos bajamos y es allí que logro percibir la fuerza con que se mueve todo. A lo lejos veo una pequeña casa de madera que está sobre una loma, la cual aparece y desaparece detrás de otras pequeñas lomas. La tierra ondulaba con un estrépito que jamás había escuchado. Se empiezan a derrumbar unas construcciones de adobe que estaban cerca y luego de largos dos o tres minutos, mucho pero mucho polvo por todas partes. Era la tarde del 3 de marzo de 1985 en que un fuerte terremoto azota la zona central de Chile. Yo más que un niño asustado, era un niño sorprendido pues nunca en mi corta vida que llevaba, nunca había sentido lo que era verdaderamente un terremoto.
Tanto Chile como Perú son países que constantemente se ven afectados por movimientos sísmicos de gran magnitud. Es por eso que en Chile nos ha tocado profundamente la tragedia que vive el Perú. Y es aquí donde nace una solidaridad de hermanos que contrasta con cualquier diferencia que pueda haber.

Y a raíz justamente de esta gran tragedia que afecta al Perú, quiero compartir con ustedes esta reflexión:
¡Eh aquí al hombre!
¡Contemplémoslo!
Puede viajar hasta el espacio, ascender a las más altas montañas, descender a las profundidades del mar, internarse en lo más intrincado de las selvas… Ha inventado máquinas poderosas que le permiten convertir la Tierra en algo pequeño y familiar al alcance de su mano.

¿Lo ves?
¡Tan satisfecho de sí mismo, hasta creerse el dueño del universo!
Pero, ahí esta la Naturaleza, con sus terribles fuerzas: el agua, el fuego, el viento… huracanes, erupciones, terremotos…….
y le enseña sus terribles garras de improviso y lo coloca en su lugar.
Cuando esto sucede, el hombre, tan poderoso, se convierte en poco más que un niño indefenso y totalmente vulnerable.

Cual ha sido la peor tragedia natural que te ha tocado vivir?

Un Lugar Detenido en El Tiempo

A veces en la noche, ella subía a la azotea para sentirse aunque sea un poquito más cerca de las estrellas, cerraba los ojos, y podía hallar ese mágico lugar detenido en el tiempo donde ella era la feliz protagonista de aquel cuento, hoy olvidado en un viejo cajón, enterrado bajo una pila de nuevas historias.

Esas veces, cuando se acomodaba en un rinconcito del techo para conversar con la luna, melancólica le preguntaba si esta muchachita de flores y mariposas entre las manos, antes luminosa ahora triste, solitaria, será alguna vez descubierta, será por fin desempolvada.

¿Será?, ¿cuándo será?, ¿cómo será?, ¿quién la hallará?, no se cansaba de preguntarle.

Hasta que abatida por el silencio caía, abría los ojos mojados, miraba hacia arriba y encontraba sin buscar, la calma del alma. Pues sí, la madre sabia la ha escuchado y ha tenido la generosidad de recordarle, que anda al rescate de esta niña, caminando por la vida, cerquita no más, un hombre azul en sus afueras, multicolor en sus entrañas, que nació para amarla.

Sólo hace falta que se crucen, sólo hace falta que se vean.

Mientras tanto, él pasea, ella espera.