
y el ruido del tic tac golpeando mi cabeza.
Sólo cinco días me quedan para empezar a vivir…..sin ti.
Y en ese quinto día, mi vida crecerá, pero también empezará a menguar.
No te olvides…..ya sabes…..
las cartas, las llamadas, los recuerdos, las caricias, los besos.
y los mapas para no perder el camino.
No te olvides pues de este mismo instante también te escribo,
no te olvides……no me olvides…
El buzón casi vacío: sólo una carta conocida. Se eleva el ascensor y aquella llave gastada aún abre la puerta de casa. Y se encienden las luces y se acomoda pensando en que será mejor cambiar la ropa del trabajo por el pijama. Pero, ni ganas. Las gafas abandonan su estuche viejo envuelto en terciopelo negro y, a la luz de la mesilla del teléfono, la carta dibuja una débil línea de sombra... ¿Dónde estará el dichoso abrecartas? –preguntaba al aire con la emoción colgada de los labios–. Acabó rompiendo el sobre por el lado y, dentro... aguardaba una postal...
Un corazón de chocolate rodeado de mariposas... qué imagen más dulce...–pensaba–.
Querido,